28/01/2018

ENTREVISTANDO A GORKA DE JUAN GALINDEZ

Gorka durante su labor de seleccionador de Euskadi.
Continuamos con nuestra labor de difusión del baloncesto bizkaino y que mejor forma de hacerlo que con una entrevista a una persona que él, en sí mismo, es baloncesto. Este bilbaíno (1971) lleva toda su vida vinculado a nuestro deporte y a un solo club, el Padura de Arrigorriaga. Estamos ante un todo terreno del basket bizkaino, jugador, entrenador, directivo, la sangre que corre por sus venas es azul y blanca. Esperamos que os guste y que algunas de las respuestas de nuestro protagonista os sirvan de ejemplo. Con todos ustedes Gorka de Juan.

¿A qué edad y como tomas contacto con el baloncesto? A los 11 años y tras pasar por varios deportes, me uní al Padura, animado por compañeros de curso que ya jugaban. En mi entorno familiar siempre se había practicado deporte y mi tío y dos de mis hermanos jugaban a baloncesto, por lo que no fue complicado decidirse a probar.

¿Por qué empezaste a jugar? Como ya he comentado, mi entorno familiar siempre ha sido propicio para la práctica del deporte y aunque por altura pudiese parecer que estaba predestinado a jugar a baloncesto, el comienzo fue casual, después de probar otros deportes.

¿Cuántas temporadas jugando y donde? Si mis cálculos no fallan, ésta ha sido la temporada 35 como jugador, aunque para mí eso es algo anecdótico, un dato para la estadística. Lo que sí considero importante es que esas 35 temporadas las he jugado en el Padura. He tenido la suerte de contar con el apoyo y la confianza de los entrenadores del Club y con un núcleo estable de compañeros en el equipo, una estabilidad que nos brindó tantos años divirtiéndonos jugando a lo que más nos gustaba. Este ambiente permitió que las temporadas pasasen sin enterarnos y que tampoco nos planteásemos cambiar de aires, a pesar de los cantos de sirena. Entiendo que la filosofía del Padura en este aspecto también ha ayudado mucho.

¿Cuál es tu primer recuerdo como jugador? Habrá que hacer un buen ejercicio de memoria. Recuerdo los primeros entrenamientos en el campo que llamábamos “el baloncesto viejo”, en el centro del pueblo junto al ambulatorio actual, que por supuesto, era descubierto, con lluvia y frio. Por desgracia, como jugador no he conocido “El Globo”, campo cubierto del Padura hasta el año 1983, año en que fue destruido por la gran riada que asoló Arrigorriaga. Solamente pude disfrutarlo como aficionado. De aquel año también recuerdo los partidos en el colegio de Atxukarro, que era donde estaban las canastas minis.

Se entrenaba en canasta grande y se jugaba en pequeña… otros tiempos. Recuerdo los viajes interminables en transporte público, autobús, tren… valía todo, era como nos desplazábamos. Ahora me doy cuenta de lo valientes que eran nuestros entrenadores, Iglesias y Javi, para atreverse con aquellas 12 fieras en esas condiciones. Imborrable el final de temporada de aquel primer año, en el que disputamos la final a doble partido contra Tabirako y el viaje a Durango en tren, saliendo de casa muy temprano para llegar a jugar a las 12 y volver a media tarde, después de haber comido un bocadillo en la estación. Sin duda, toda una aventura.

¿Cuál ha sido tu posición de juego, ¿siempre has jugado en esa posición? Sé que mucha gente se va a reír por lo que voy a decir, pero siempre he jugado cerca del aro, de interior, al menos en defensa. Digo que se reirán, porque hay una leyenda urbana por ahí que dice que no me dejo ver mucho en la zona contraria, pero eso, como digo, es pura leyenda…. en el descanso suelo pasarme a ver si sigue allí.

¿Cómo te definirías como jugador? Es una pregunta complicada. Los inicios fueron duros para un pívot delgaducho, casi sin fuerza, y nulo de fondo físico. Entiendo que eso me ayudó a ir adaptándome a los diferentes retos temporada tras temporada, para acabar jugando defendiendo al pívot fuerte, y atacando lejos del aro. De todas formas, me han dicho de todo, que si intimidador (puede ser), que si buena mano (no creo), visión del juego (es reconfortante ayudar a los compañeros con un buen pase o un buen balance defensivo), leñero (sin mala fe), muy pesado (seguro, me pudre la injusticia y sobre todo la incompetencia). Pero creo que todo eso son solo características que pueden definir en parte el juego que he desarrollado durante estos años. Doy más importancia a que siempre he sido un jugador de equipo, sacrificado cuando el momento lo ha exigido y seguramente complicado de aguantar en determinados momentos de desesperación. Eso sí, siempre con buena voluntad.

¿Qué recuerdo guardas de los primeros entrenadores que tuviste? A los entrenadores los valoras y hasta los comprendes mejor con los años. En lugar de quedarme solo en los primeros, prefiero repasar un poco a todos ya que tampoco han sido tantos para las temporadas que han pasado. Por suerte para todos nosotros, José Miguel Nieva siempre ha estado ahí, la mayoría de las temporadas en primera persona, formando los jugadores que hemos llegado a ser. De los demás solo puedo hablar bien, de todos ellos, ya que ése es el recuerdo que me han dejado y sobre todo si se valora que lo han hecho desinteresadamente, como todo lo que se hace en este Club.

Los primeros años, Iglesias y Javi Martínez, que consiguieron engancharnos a este deporte a pesar de nuestros esfuerzos por hacerles más complicadas las temporadas; después apareció Mikel Vila, que junto a Nieva nos condujo en el difícil salto a Federados. Los entrenamientos con José María García y su equipo senior, cuando aún éramos Juveniles, donde aprendías a no bajar el balón, o subirlo rápidamente, si tenías la osadía o “mala suerte” de coger un rebote en ataque. Gontzal Ballesteros en la desaparecida categoría Junior de los partidos en miércoles, partidos con los que cerramos la etapa pre-senior, aprendiendo lo duro de las “competiciones de verdad” en todos esos campos de Bizkaia. Juan Carlos Calle, que apareció en el momento adecuado para hacer que nuestro debut en Senior, en Segunda Regional, aparcase en Segunda División cinco años después, con tres ascensos casi consecutivos, y se mantuviese ahí durante décadas, gracias al núcleo de jugadores que dejó tras su marcha. Estos son los entrenadores que, tras haber estado a sus órdenes, me han dejado y siguen dejando huella.

¿El club de tu vida? Como ya he comentado, toda mi trayectoria ha sido en el Padura, por lo que no hay duda de cuál es el Club de mi vida.

¿Cómo es el trabajo que se hace en el Padura? Bueno, deportivamente, las dificultades radican, imagino que como en todos los clubes de Bizkaia que tienen muy limitado su zona de captación, como es nuestro caso, en formar grupos de jugadores y jugadoras equilibrados por edad y nivel de juego, lo que condiciona y ralentiza el avance deseado y el trabajo diario de los grupos. Para poder paliar esta limitación se han ido planteando actividades alternativas al día a día, como refuerzo. Un ejemplo de esto que comento es el Campus de Técnica Individual de final de temporada, del que ya se ha celebrado la décima edición, y del que se está preparando la undécima para junio-julio, en el que se trabaja de forma individualizada y por capacidades, aquello que durante el año se queda pendiente por falta de tiempo, enfocando el planteamiento no solo a la mejora del jugador, si no que se da prioridad a la formación de los entrenadores y monitores participantes, para darles argumentos de trabajo de cara a la temporada siguiente.

Sinceramente, entiendo que ha sido un gran acierto este planteamiento, del que el club esta recogiendo sus frutos año a año. Ahora se plantea ampliar este trabajo al resto de al temporada, en la medida que la actividad regular lo permita, y se esta trabajando en un proyecto de "tecnificación", inicialmente mensual o bimensual, para grupos concretos de participantes, elegidos por su nivel, porque se entiende que trabajar en grupos equilibrados ayuda a la mejora individual. A ver que tal sale. En la parte de gestión, la dificultad radica en la captación de recursos para poder crecer y plantear nuevas actividades. Todas las actividades que emprendemos deben ser sostenibles por si solas, y se deben realizar con las garantías mínimas necesarias para que puedan tener continuidad y asentarse en el tiempo.

En general, las instituciones y las familias sustentan nuestro trabajo, que debe ser reforzado con aportaciones extraordinarias, pero estables, y en ello se trabaja. Estamos creciendo como Club año a año, y aún nos queda margen, sobre todo con los equipos femeninos. Esto supone que cada temporada hagan falta nuevos técnicos. Si tenemos en cuenta que ya no sirven monitores sin formación, si no que desde las etapas iniciales queremos entrenadores que trabajen con garantías los criterios marcados por la Dirección Técnica, para arrancar el camino marcado en el Proyecto Deportivo que sustenta nuestro trabajo, estamos obligados a formar a los técnicos desde que son captados. Ahora entrenas.

¿Cuándo decides ser entrenador y por qué? Es complicado de definir. En este Club las cosas se van dando poco a poco y para cuando te das cuenta, ya estás metido en otro “fregao”… recuerdo que muy pronto empecé con funciones de Delegado, acompañando a los equipos en los que jugaban mis hermanos, de forma informal. Posteriormente, la cosa se “formalizo” al echar una mano con su equipo a Merkat Bernaola, un buen amigo, que llevaba por entonces el equipo infantil, si no recuerdo mal. Poco después desde el Padura se nos anima a apuntarnos al curso de nivel I de la federación. A partir de ahí, como siempre pasa en este tipo de clubes, acabas encargándote de un equipo, más por necesidad que por conocimientos, y vas enganchándote, hasta que, sin saber muy bien cómo, al menos en mi caso, acabas un verano “disfrutando” tus vacaciones en Málaga, en el Curso Superior, en la que sin duda fue la mejor experiencia hasta aquel momento como entrenador y que marcó definitivamente mis ganas por seguir entrenando. Sin duda, recomendable.

¿A qué equipos entrenas? Esta temporada en el Padura me toca trabajar con los Senior masculinos y coordinar el trabajo de los equipos federados masculinos. Además, tengo la suerte de que la Federación Vasca los dos últimos años me ha confiado la Selección Mini Masculina de Euskadi con la que he disfrutado de dos Campeonatos de España inolvidables en todos los aspectos. Y después de esa experiencia, esta temporada me han confiado la selección Infantil Masculina con la que estoy inmerso ahora en la preparación del Campeonato de España Infantil que se ha celebrado la primera semana de enero.

¿Cuál es tu filosofía como entrenador? La experiencia de todos estos años como jugador, la formación en cursos y clinics y el haber compartido experiencias con diferentes entrenadores, dentro y fuera del Padura, en selecciones, etc… me lleva a tener claro que soy del tipo de entrenador que intenta adaptarse al grupo, buscando que el rendimiento del mismo sea el optimo en todos los aspectos, desarrollo personal y deportivo de cada integrante, a nivel individual y colectivo, adecuando el nivel de exigencia a las personas que lo forman. Quizás el motivo venga dado porque en el Padura pocas veces se elige los integrantes de los diferentes grupos, por filosofía propia, lo que considero que me ha aportado una ventaja cuando he podido elegir los integrantes en las convocatorias de las diferentes selecciones que he tenido la suerte de dirigir.

¿Y el salto a la Directiva? Ese fue más por necesidad de Club. En aquel momento, entre tres personas hacían todo el trabajo, por lo que había una necesidad muy grande de echar una mano. Empiezas recopilando documentación para tramitar licencias, y años después, sin anestesia, acabas de Presiente… cosas de la vida… Ahora, con mucho trabajo y “engañando” a ex jugadores del Club y a integrantes con ganas de involucrase un poco más, se ha podido formar el grupo de trabajo de 15 personas que formamos la actual Directiva. Un gran equipo, de más de 30 personas si sumamos a los entrenadores y entrenadoras. Después de más de 10 años de trabajo quizás muy personalista, toca ir delegando hasta poder pasar a un segundo plano y que otras personas vayan cogiendo esa responsabilidad. Por mi parte el cuerpo me pide otros proyectos fuera del Padura, ilusionantes, dentro o fuera del baloncesto, aunque preferiría dentro si puede ser y se dan las circunstancias adecuadas. Creo que el Club está en buenas manos, pero esto ya lo veremos. Eso sí, sin abandonar nunca el Padura del todo, que es donde considero que de forma directa o indirecta, debo estar.

¿Hay mucha diferencia entre el baloncesto actual y el de tus principios? ¿Los jugador@s son diferentes? Como se suele decir, no es ni mejor ni peor, solamente diferente. El juego evoluciona y hay que adaptarse a lo que te exigen tus propios jugadores y el rival. Los jugadores son más atléticos, más técnicos, pero a la vez el juego es menos físico (duro), al menos en las categorías en las que nos movemos actualmente. El que los jugadores sean más técnicos se nota en la velocidad de las acciones y en la efectividad. Cualquier grupo medianamente trabajado tiene buenos porcentajes de tiro exterior, y no se puede dejar a ningún jugador sin defender, porque te hace un roto. Un tema que ha cambiado es la forma de entender el compromiso.

Entiendo que viene dado por una evolución general en la sociedad que vivimos actualmente, que va evolucionando y con ella los valores que se transmiten. Personalmente he jugado en un equipo durante temporadas, en el que para faltar a un partido tenías que estar en cama sin poder moverte. Ahora ves como un cumpleaños de un amigo, por ejemplo, justifica el faltar al compromiso con tu equipo, incomprensiblemente. Estos condicionantes hacen que desde el punto de vista de un Club, o desde el planteamiento de un entrenador, sea necesario afrontar de forma muy diferente el enfoque, que como se ha hecho anteriormente.

¿Ha subido o ha bajado la calidad de nuestras ligas? ¿Cómo ves el basket en Bizkaia? Claramente el nivel competitivo de las ligas en Bizkaia ha bajado. No creo que sea por una única causa, si no por un cumulo de factores. Por destacar alguno, que además creo esta influyendo significativamente, podemos hablar de la concentración de buenos jugadores en uno o dos equipos. Esto provoca que el resto no compita y en algunos casos, ni siquiera el propio equipo que concentra los mejores jugadores de su edad, compite en todo el año. Hace años, cada equipo tenía dos o tres jugadores de nivel con un grupo apañado, lo que provocaba que hubiese en cada categoría seis u ocho equipos competitivos. Ahora eso no existe.

También es cierto que durante años se ha producido un "abandono" en la forma de trabajar en ciertos clubes y sobre todo colegios. En una charla referente a este tema, alguien me comento, creo que con razón, que en los colegios que antaño marcaban el ritmo de las competiciones, no se ha producido un relevo generacional de las personas que marcaban la pauta de trabajo, siendo sustituidos por la figura transitoria del padre directivo, que en cuanto su hijo abandona el deporte deja el Club o colegio. En los centros que poco a poco se ha recuperado una linea de trabajo es en aquellos que ha surgido una figura que abandere el proyecto de nuevo. Creo que tiene parte de razón y que es un factor a tener en cuenta.

¿Cuándo no estás entrenando que sueles hacer, que aficiones tienes? La verdad que entre el trabajo y el baloncesto no queda mucho tiempo, pero siempre hay algo. Los amigos y la familia se llevan el resto del tiempo, que bastante abandonados están. Hacer alguna escapada, viaje pendiente, aunque “casualmente” pueda coincidir con un evento baloncestístico… como digo, casualmente. Hay que purgar todos los eventos perdidos por aquel partido importante o aquel campeonato, bodas, comuniones, navidades… así que no hay mucho más allá de los clásicos del cine, la lectura y viajar…

¿Cómo te organizas para llegar a todo? Pues no queda más remedio que organizarse. Es básico contar con un entorno favorable que además te eche una mano. Sin la ayuda de la familia, los colaboradores del Club, etc… es imposible llegar a lo que se llega. Durante la temporada hay que aprovechar cualquier momento para disfrutar de las otras cosas. Organizar bien los meses que no hay competición, para esos proyectos que durante el resto del año son imposibles, por el compromiso con el equipo. Para ese jugador que está empezando a dar sus pasos en el baloncesto,

¿Qué crees que es lo más importante que debe hacer para llegar a ser una buen jugador? Lo más importante es sin duda divertirse con lo que se hace. Si un jugador o jugadora se divierte y tiene los apoyos adecuados de familiares y de técnicos, seguro que se engancha y crece. Es básico disfrutar y en parte ése es nuestro reto como Club, que los más pequeños se enganchen porque disfrutan jugando y quieran continuar practicando este deporte con afán de mejorar. Los jugadores deben entender que el deporte es compromiso, sacrificio y sufrimiento; valores algo devaluados en los tiempos que corren. Últimamente encuentro poca voluntad para sufrir y sacrificarse individualmente o por el grupo y cada vez más, a jugadores que se conforman con estar apuntados en un equipo. Prefiero no hablar de lo que se entiende hoy en día por “compromiso”. Por último, recordar que si realmente quieres mejorar, hay que trabajar, sufrir en cada ejercicio, y confiar en el trabajo de los entrenadores, que están para darnos las herramientas que nos harán mejores.

¿Cuántos sacrificios has tenido que hacer? ¿Sacrificios? Muchos y ninguno. Muchos si piensas en el tiempo que se dedica a esto y no a otras cosas. Por todos los eventos familiares a los que no acudes, como bodas, comuniones, cumpleaños, despedidas, viajes, etc… y que espero que algún día mi gente sepa perdonar… Ninguno si valoras que al final estás donde quieres estar y haciendo lo que tanto te gusta hacer, como ya he dicho antes.

¿Merece la pena? Por supuesto. Si tuviese la oportunidad lo volvería a hacer…. pero no lo haría igual, intentaría hacerlo mejor!

¿Qué te parece que los entrenadores titulados después de 2007 no se les convalide las titulaciones? y si conoces el anteproyecto del ley del Gobierno Vasco que te parece y como va a afectar a los clubes. Es un tema complicado, que dividiría en varias partes. Por un lado, es claro que el anteproyecto es necesario para regular todas aquellas actividades que han ido surgiendo como profesión, y que hasta ahora no estaban recogidas y normalizadas, y que, como digo, están generando salidas profesionales. Ahora bien, entiendo que la realidad del deporte federado, y concretando, en el baloncesto en que nos movemos, no es esa. Ni esta a falta de regularización, ya que las federaciones, de forma más o menos acertada, se han encargado de ejercer el control y la exigencia de las titulaciones para poder realizar la actividad, ni está generando salidas profesionales, o al menos, no de forma generalizada, y las propias competiciones, en los niveles que si se consideran ya "profesionales", ya exigen esas regularización a través de contrataciones.

Creo que este anteproyecto debe tener en cuenta a todos aquellas personas, que entienden su actividad en un club o colegio como una alternativa a su actividad profesional principal, y que no ven esta actividad como su profesión, y mucho menos como lucrativa, sino más bien como un hobby, por muchas horas y esfuerzo que se dediquen. Desde el punto de vista de club, entiendo que la ley debe asumir la situación del deporte de formación. Si solo va a servir para exigir titulaciones a todo aquel que quiera trabajar en un club, lo pasaremos mal, ya que la realidad en que nos movemos actualmente, no da cabida a asumir el costo que pueden suponer estas exigencias. A día de hoy lo veo del todo inviable.

Por otro lado, pienso también, que desde los clubes tenemos que ir asumiendo que el modelo está cambiando, y que poco a poco hay que adaptarse a la nueva realidad, que implica el ir olvidándose del voluntariado puro, para ir asumiendo que ciertas funciones dentro de la estructura deben estar desarrolladas por personal profesional. Entiendo, que además de dar estabilidad a la entidad, dará continuidad al trabajo realizado, dejando de depender de la persona que ese año quiera o pueda dedicarle su tiempo libre al club, pero que de golpe la abandona si cambia su situación personal. Este punto hila perfectamente con la pregunta anterior. Esa figura necesaria en cada entidad que de forma y continuidad al trabajo a realizar entiendo que debe ser estable, y lo ideal es que sea un trabajador del Club o colegio.

Por último está el tema de la validez de las titulaciones. Es claro que ha habido una "lucha" entre los organismos encargados de regular las titulaciones, a los que se les puede reprochar que lleven más de veinte años para poner el cascabel al gato, y las Federaciones que han tenido que cubrir el expediente de poner control al acceso a las licencias de los técnicos. Alguien marco una primera raya con los titulados anteriores al año 2000, y ahora ha marcado una segunda en el año 2007. Se hace difícil entender la diferencia entre las titulaciones anteriores y posteriores y las diferentes exigencias a unos y otros para regularizar su situación. Personalmente estoy en el grupo intermedio, el de tierra de nadie del 2000 al 2007, que tampoco me tranquiliza. En todos los casos hemos cumplido las exigencias marcadas de tiempo, en horas de dedicación, económicas, por los entes oficiales encargados de regular las competiciones (federaciones), y ahora nos encontramos con la incertidumbre de, en el peor de los casos, tener que repetir la formación, asumiendo de nuevo todo el esfuerzo, y lo que aún me parece más curioso, sin siquiera tener la certeza de que dicho esfuerzo a futuro vaya a servir para algo, más allá de obtener una formación reglada, que nos de acceso a una posible salida profesional, que la mayoría de afectados ni siquiera busca.

La última lectura que se puede hacer de este controvertido tema, es la sensación, que la intención de las instituciones afectadas en esta "pelea" es más por el control de la formación en si, es decir, quien gestiona las matriculas, elige a los docentes, y las materias que se imparten, que realmente satisfacer la necesidad de los afectados. Espero estar equivocado en este aspecto, y que se esté trabajando en buscar la mejor solución para todos los damnificados, olvidándose de otros intereses, ya que sí que sería difícil de entender por parte de todos los implicados.

Y para acabar¿Cuál es tu opinión sobre Zona Bizkaina? Me parece un medio cercano a las competiciones locales que de otra forma no estarían reflejadas en los medios, por lo que considero que realiza una labor importante y necesaria para nuestro deporte.

¡Mil Gracias Gorka!


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