13/09/2020

UNA NUEVA TEMPORADA LLENA DE INCERTIDUMBRES

El Covid-19 es el protagomista de la pretemporada
Una vez más llega el mes de Septiembre y todos los amantes del baloncesto estamos con muchas ganas de volver a empezar nuestras rutinas de entrenamientos y competiciones, pero desgraciadamente desde que llegó este maldito virus llamado Covid-19, nada es igual.

Desde el mes de Marzo hemos seguido con cautela todo lo que iba aconteciendo en nuestro baloncesto, pero mas callados de lo normal, ya que no desearíamos estar en la piel de nuestros dirigentes que han tenido que tomar decisiones muy complicadas y las tendrán que seguir tomando, aunque los cargos se ocupan para cuando las cosas ven de cara y no tan de cara. Además dentro de Zona Bizkaina no todo el mundo tiene la misma opinión.

Creemos que fue una decisión acertada suspender las ligas aunque no todos nosotros compartimos en absoluto como se acabó cerrándolas. En una temporada en la que se habían jugado casi tres cuartas partes de la competición, desde nuestro punto de vista no se tuvo en cuenta el trabajo deportivo de los clubes, ni el coste económico que hicieron a lo largo de esos tres cuartos de temporada. Un cierre sin descensos y privando a ciertos equipos de ascensos, cuando se tenían asegurados los play-offs y un cierre en un momento de la temporada en la que algunos equipos se habían enfrentado a partido único y otros a doble partido no nos parecía a todos lo más justo habida cuenta de los méritos ó deméritos que había hecho cada uno de los equipos. Otra cosa es que la competición se hubiese que tenido que parar recién iniciada. Creemos que se podía haber cerrado de una forma más justa a los méritos de cada equipo.

Sin duda la Asamblea es soberana y los clubes estuvieron de acuerdo por mayoría en corroborar la decisión que la federación tomo inicialmente y unilateralmente, pero que a posteriori modifico permitiendo ascensos.

Llegaba Julio y pensábamos que ante una situación anormal se plantearían ligas diferentes y nos llevamos la sorpresa de un planteamiento de los mismos sistemas de ligas con varios escenarios y en el que todo el mundo parecía pensar, como nuestros gobernantes, que las ligas se podrían empezar con normalidad, que con el verano esto iba a ir a menos y que luego ya veríamos que pasaba.

Llegaba el protocolo de la Federación Vasca, el cual estudiamos con detenimiento y que nos parece bueno para el deporte profesional pero que nos genera muchas dudas que un protocolo así puede ser llevado a cabo en el deporte aficionado por estructuras y por el coste añadido que lleva para los clubes. Habrá clubes que lo cumplan meticulosamente y otros que quizás no puedan hacerlo o incluso habrá quien no se lo tome en serio.

Y llegamos a Septiembre y lo que nos temíamos empieza a verse, clubes que no han podido empezar a entrenar aún por falta de sus instalaciones habituales, clubes en los que algunos equipos han podido empezar a entrenar en cualquier sitio y de cualquier manera y, clubes en los que empieza a haber positivos, clubes donde hay miedo en los entrenadores, jugadores y padres-madres a iniciar la temporada.

Creemos que en todo esto nuestros gobernantes no están acertando. Hubo prisas para salir del confinamiento, había que salvar el turismo. Ahora había que abrir los colegios si ó sí y veremos a partir de esta semana qué consecuencias tiene este hecho, salvo que la huelga de profesores se mantenga, menos mal que a los sanitarios no les dio por hacer huelga en Marzo. Ya empezamos a ver algunos cierres y problemas en centros de estudio y polideportivos. Nuestros dirigentes parece que también quieren empezar las competiciones si ó sí con un protocolo del CSD en el que todo el mundo trata de eludir su responsabilidad tratando de pasar responsabilidad a cada uno de los participantes en el caso de que se produzca una desgracia.

Desde fuera es muy fácil ver las cosas, pero desde dentro es diferente. Nos ponemos en la piel de los cientos de directores deportivos que ante el empecinamiento por empezar ya las competiciones han estado estos días tratando de convencer a los jugadores y padres de que son personas responsables y que los protocolos se iban a cumplir a rajatabla. El riesgo 0, esa expresión que han acuñado los defensores de iniciar las competiciones en el plazo fijado siempre ha sido una utopía y lo que no lo es, es el escenario en el que tenemos que vivir, no solo hacer deporte, un escenario inestable y complicado para todos. Cierres temporales, pruebas pcr, aislamientos individuales y grupales, nuevas medidas de seguridad para entrenar, ducharse, viajar etc

Por otro lado el riesgo de no sacar los equipos es grande, el riesgo de no competir es muy duro para un club que lleve muchos años trabajando, las sanciones que puede aplicar la federación te pueden llevar a desaparecer y con ello todo el trabajo hecho. Esperemos que nuestros dirigentes reflexionen y no pongan contra la espada y la pared a los clubes. Tal vez hay que dar una muestra extraordinaria de flexibilidad y dar la opción de no participar esta temporada a quien no lo considere y rehacer las competiciones con aquellos que si lo desean para que compitan, liga, copa….. Hacer borrón y cuenta nueva y empezar de nuevo, si se puede, en la 2021-2022 con todos de nuevo. Porque por encima de cualquier interés deportivo y económico está la salud de todos nuestros jugadores, entrenadores, cuerpos técnicos, árbitros, anotadores, padres-madres que nos acompañan y nuestras familias.

Según el protocolo del CSD parece que si un jugador famoso, profesional tuviese una desgracia con esta enfermedad el país entraría en shock, pero si la desgracia recae sobre uno de nosotros, no pasaría nada. Y es que hay diferencias entre el protocolo de quienes tienen los medios económicos para poder pagárselos y de quienes no lo tienen, de los profesionales y de los que no lo son, por eso llegamos a esta afirmación tan dura. Mientras los profesionales pueden vivir casi en una burbuja y se harán PCRs a diestro y siniestro, a nuestros chicos se les recomienda hacerse uno antes de comenzar la temporada, lo cual no sirve para mucho, porque el riesgo de contagiarse al día siguiente estará ahí y entonces tardaremos más en descubrirlo y los contagios en los partidos pueden sucederse. De nuevo se demuestra que hay ciudadanos de primera y de segunda. Te dejo que juegues, te presiono para que lo hagas, pero la prevención y la salud te la pagas tú. Hay que cotizar a la seguridad social, tener titulaciones oficiales, para luego ser tratado como un don nadie.

Creemos que para los responsables de un club, en caso de desgracia de uno de nuestros jugadores, entrenadores ó familiares puede ser una losa muy grande de soportar. Sería muy duro perder a un ser querido cuando nosotros le hemos animado a jugar. Aún no entendemos que ha cambiado entre Marzo y Septiembre, cuando aún no ha llegado la vacuna y el riesgo sigue estando latente.

Nadie puede escurrir la responsabilidad, el CSD dirá que ya recomendaba hacer PCRs, las Federaciones dirán que la responsabilidad última es de los clubes, los clubes que de los jugadores y de los padres que firmaron un papel autorizando a jugar, ojalá no ocurra nada porque los responsables seremos todos, los que hablamos y los que callan.

Los protocolos son muy bonitos sobre el papel, todo parece asumible, pero la realidad es la que es, y es que en verano han subido los contagios y a día de hoy no se consigue rebajarlos. En Navarra, sin ir más lejos se han reducido los contactos a grupos de 6 personas y estamos pretendiendo meter en un espacio grande pero cerrado por el que al cabo de un fin de semana puede haber un mínimo de 4 partidos a más de 30 personas por partido y esto siempre y cuando se jueguen los partidos a puerta cerrada. La imagen de ver canchas de baloncesto repletas en las que salen dos equipos y entran otros dos juntándose los cuatro a la vez, son un recuerdo.

Sin duda, la postura que más compartimos es la de los responsables de Deporte Escolar, que han decidido dejar las cosas preparadas por sí es posible iniciar las competiciones y, si no es posible, es de suponer que este será un año en blanco muy a pesar de ellos. Aún no entendemos que diferencia puede haber entre un cadete ó junior escolar y un cadete ó junior federado, ¿Qué diferencia o peligro existe para que unos no puedan competir y otros sí? ¿Qué diferencia hay entre un adolescente y un sénior? De hecho ya ha llegado la picaresca y alguno ha decido federar equipos que iban a jugar en escolar en una categoría superior a la suya para que puedan jugar.

Las burbujas son inútiles, pueden ayudar a frenar el virus, pero al final nuestros federados no son profesionales que viven de esto y que se puedan permitir vivir en burbujas, nuestros jugadores, entrenadores y árbitros estudian en colegios, en universidades ó trabajan, cogen transportes públicos, compran en tiendas, salen con amigos...., por muy buen protocolo que tengamos y por muy bien que actúen los responsables de los clubes, van a ser inevitables las incidencias como ya las está habiendo y las competiciones aparte de quedar totalmente adulteradas, van a suponer un riesgo sanitario que no creemos necesario correr. El deporte es bueno para la salud, pero desgraciadamente los deportes de equipo y unos más que otros, tienen más riesgo que los deportes individuales. Como curiosidad nos gustaría saber como crea un arbitro su burbuja sabiendo que puede pitar varios partidos el mismo fin de semana y se va a relacionar con mucha mas gente que por ejemplo un equipo que solo disputa un partido.

Quizás con los protocolos y con mucho cuidado se pueda llegar a entrenar, quien lo pueda hacer, con un riesgo menor, pero no vemos a día de hoy, que sea el momento de empezar a competir por el riesgo existente. Las casuísticas son múltiples y llevarían para un largo y profundo debate que esperemos se produzcan en las próximas asambleas federativas, aunque vamos un poco tarde.

Nosotros somos los primeros que estamos deseando volver a oír el bote de los balones de baloncesto en nuestros colegios, somos los primeros que deseamos volver a ver un baloncesto seguro, pero a día de hoy creemos que la salud está por encima de todo, que debemos ayudar a frenar el número de contagios y ayudar a acabar con este calvario que está afectando a la salud, al deporte, a la economía y en definitiva a la vida cotidiana de todos nosotros.

Hay quien está dispuesto a darlo todo por el baloncesto y hay quien no está dispuesto a perderlo todo por baloncesto.

Ambos deben ponerse de acuerdo para tomas las mejores decisiones para el conjunto del baloncesto y de la sociedad,

ZONA BIZKAINAREN TALDEA

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